domingo, 4 de septiembre de 2011

El CELS y el aborto: No, en nombre de Mignone

Emilio Mignone, católico comprometido con los derechos humanos, fundó -junto a su esposa y otras siete personas- el CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales) en 1979.  Su identidad cristiana inspiró la institución creada.

32 años después, a mediados de julio de este año, el CELS adhirió a la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Su hijo, el sacerdote Fernando Mignone, publicó una nota en el diario La Nación el 3 de septiembre en la que dice que si el CELS promueve el aborto no sigue el ideario de sus padres: "Emilio Mignone, a favor de la vida".

La nota de Fernando Mignone es un fuerte alegato a favor de la vida y los derechos humanos en su visión más integral, lo que implica estar en contra del aborto: hay que "defender tanto al detenido-desaparecido como al niño -¡y a la niña!- por desaparecer", señala Mignone, para criticar la postura de la abogada Lourdes Bascary, del CELS que sostuvo la típica contradicción de pretender defender los derechos de la mujer defendiendo la eliminación de niñas. Bascary señaló, según Mignone, que "la vigencia del tipo penal lo que procura es mantener el control social sobre las mujeres y perpetúa los efectos aberrantes que tiene la criminalización del aborto sobre la vida y la salud de las mujeres que se enfentan a un embarazo no deseado"; frente a ello el sacerdote recuerda la tragedia de las mujeres por el aborto de millones de niñas en China e India.

La nota de Mignone comienza recordando una frase de su padre, referidas a la represión ilegal y que su hijo aplica a la legalización del aborto: "¿Se han necesitado 6000 años de civilización y toneladas de leyes y de tratados jurídicos para llegar a esto?".

Vale mucho la pena leer este artículo para profundizar en la comprensión de que no es posible defender los derechos humanos y al mismo tiempo promover el aborto. Es una contradicción insalvable.



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